En un intento de encontrar una posible solución al cáncer social del acoso sexual, la búsqueda de cualquier propuesta se decanta en dos posibilidades: un alivio temporal para las dolientes mujeres en su pasar por las calles de Lima y una solución que cambie el comportamiento social. Esto solo es posible mediante la educación, una educación que empodere a las mujeres limeñas y concientice a los hombres. La solución presentada por Ketty Guillen, Grace Medina y Maribel de las Nieves Sotelo proponen un programa educativo orientado a generar conciencia y rechazo hacia el acoso sexual en jovencitas de 1ro,3ro y 5to de secundaria del colegio "Gran Bretaña", en el distrito de Independencia.  No pudieron tener un éxito mayor en su cometido y, con ello, han demostrado que su programa realmente tiene resultados. ¿Cuál es mi postura? Este programa es pragmático, funcional y aplicable, modificando ciertas variables, a todos los contextos y estratos de la ciudad de Lima.

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En primer lugar se mostrarán las estadísticas obtenidas antes y después de la implementación del programa. Con un total de 55 jóvenes encuestadas,  un 65,45% de ellas declararon ser indiferentes frente al acoso sexual y un preocupante 7.27% aceptaban estos comportamientos. Solo un 27.7% de las encuestadas declararon rechazar abiertamente el acoso sexual. Las cifras demuestran, de una manera más o menos realista, la mentalidad de las jóvenes peruanas, del sector emergente. Después de la implementación del programa se obtuvieron los siguientes resultados: un 100% de las encuestadas declaraban rechazar el acoso sexual callejero. Una tasa del 100%, obviando las desviaciones y márgenes de error estadísticos, es excelso.

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Estos resultados pueden aplicarse a la mayoría de contextos económicos de los distritos  en Lima. Una población  acomodada/emergente, además del poco nivel educativo y  el registro de un mayor índole de violencia que la zona rica de la ciudad, características del distrito de Independencia representa la mayor parte de los 43 distritos de la ciudad.

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Una de las razones capitales por las que este programa funciona es la potencial versatilidad del programa en relación con diversos contextos. Las autoras de la propuesta señalan que se basan en la teoría constructivista de Vigotsky.  Esta nos permite explicar cómo el entorno social y cultural afecta en el aprendizaje y el establecimiento de la persona como tal. Según Mariangeles Payer (2005), lo fundamental del enfoque de Lev Vygotsky consiste en considerar al individuo como el resultado del proceso histórico y social donde el lenguaje desempeña un papel esencial. La aplicación futura del programa no tiene límite alguno porque, más allá de los sesgos culturales y económicos tan diversos como los hay en Lima, un niño que se concientice en el colegio "Saco Oliveros", en Lurín, en el "Mayor Secundario Presidente del Perú", en Chaclacayo o en el "San Silvestre School", en Miraflores, aprende de igual forma en uno o en otro, es un ser social y aprende mediante la interacción entre sus semejantes. El joven se convierte en aprendiz y en medio de aprendizaje, en una retroalimentación que durará durante toda su vida.

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