Por otro lado, creemos que si no se combate el acoso en los espacios públicos  se reforzará la normalización del acoso en otros ámbitos, como el laboral. Según Fernando Carrión (2004), el espacio público es: “un ámbito o escenario de la conflictividad social”. Este concepto nos lleva a la conclusión de que distintos comportamientos e ideas están en constante conflicto, y a partir de este resulta un ganador, que puede ser la idea o comportamiento positiva o negativa. Luego, este es conducido a su normalización, a partir de la cual se expande hacia diversos ámbitos. En el caso de una supuesta victoria del acoso callejero,  este formaría una “cultura”, la cual al ser aceptada por la mayoría de las personas que integran la sociedad o al no haber sido enfrentada, se convierte en una acción “normal”. Esta conducta es llevada al ámbito laboral mediante prácticas en las cuales un individuo ejerce superioridad sobre otro, atentando contra su bienestar (social, psicológico, sexual, mental, etc.).