Investigando acerca de las soluciones que han sido implementadas para evitar el acoso callejero hacia las mujeres, logré encontrar que una de las que más se ha aplicado es crear una alternativa de transporte público exclusivo para estas. Cuyo objetivo es que la exclusividad en el transporte evite el acoso hacia las mujeres. Dicha solución fue aplicada en varios países del mundo, dentro de los cuales están incluidos México, Alemania, Japón, Egipto, Malasia, Tailandia, India e Israel.

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Considero que esta medida sería parcialmente eficaz en el contexto limeño ya que es una medida radical y a corto plazo. Para empezar, viéndolo desde una perspectiva crítica, pienso que la primera y probablemente la única solución para este problema es la educación. Si pensamos en ello, esta “solución” deja a la educación completamente de lado, considerando así únicamente la medida radical a corto plazo para dividir a las personas por sexos, creando así transporte exclusivo, los cuales tienen como objetivo evitar el acoso que suele ocurrir en el transporte público. Si bien el Ministerio de Educación del Perú ha implementado programas para el acoso escolar, según mi investigación no ha puesto en práctica ninguno que eduque acerca del acoso sexual callejero. En cambio, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) propone diversas medidas, dentro de las cuales hay soluciones que sustentan que su proyecto en contra del acoso se enfoca en la orientación para políticas públicas que estén destinadas a la prevención del acoso y mantienen la idea de que es la solución más rentable y de largo plazo para detener la violencia. En mi opinión, considero que esta solución solo consigue invisibilizar de forma absoluta al machismo, el cual es un problema cultural, que solo puede ser solucionado educando a nuestra sociedad.

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Por otro lado, es una práctica que ataca este problema de una manera no muy efectiva. Si pensamos en ello de manera objetiva, la solución que propone es para un corto periodo de tiempo, ya que los problemas que son más frecuentes se manifiestan en las calles a cualquier hora. Además, considerando la realidad del transporte público en Lima y la congestión que se vive día a día en la ciudad y debido a ello la gran cantidad de tráfico que se genera ¿Realmente funcionaría? ¿Se mantendría el orden en estos vagones?

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Por último, ¿habría aceptación por las medidas propuestas de esta solución? Como he mencionado antes vivimos en una sociedad machista. En Japón se han registrado casos de hombres, los cuales denuncian sentirse discriminados por estas medidas. En México se registraron distintos casos donde hombres se suben a los vagones y se genera un ambiente de violencia. En China se ha reportado que en algunas ocasiones los hombres intentan entrar a la fuerza a los vagones de tren exclusivos en hora punta. Suponiendo que  esta solución se aplica en Lima, a mí parecer, se podrían generar bastantes situaciones de confrontación entre los usuarios si no se mantiene un control constante, ya que al menos en el  Metropolitano se pueden ver diferentes hechos violentos, tanto dentro como fuera de las unidades de transporte.